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La cultura del trabajo y el trabajo de la cultura

[3/09/2009] Desde nuestro rol de trabajadores asumimos "La Cultura" como un receptor, continente y transformador del conocimiento, la historia, la identidad y la memoria. Asumimos "La Cultura" como un hecho concreto y movilizador, que nos traduce a nosotros mismos, nuestros caminos y objetivos.

Desde nuestro rol de trabajadores asumimos "La Cultura" como un receptor, continente y transformador del conocimiento, la historia, la identidad y la memoria.

Asumimos "La Cultura" como un hecho concreto y movilizador, que nos traduce a nosotros mismos, nuestros caminos y objetivos.

Incorporamos en el planteo los ejes políticos establecidos por la central, concretando una propuesta resueltamente dirigida a nuestro sector y a la clase trabajadora en su conjunto.

Al hacerlo, entre otras cosas, reafirmamos que a lo largo del desarrollo de nuestra CTA, hemos asistido a cambios culturales sustanciales en el seno de la sociedad que son tema de debate en diferentes ámbitos intelectuales, artísticos y laborales.

La misma creación de la CTA y sus principios fundacionales -el quiebre de la representación de los trabajadores en una central única; la afiliación y el voto directos; el surgimiento y la incorporación de las organizaciones de desocupados- forman parte de cambios que exceden la dinámica del ámbito gremial, e implican profundas transformaciones culturales en el seno de la clase trabajadora.

Asimismo, tanto la década menemista, paradigma de las políticas neoliberales y portadora del mas rancio espíritu conservador, como la continuidad de la Alianza y el estallido de la crisis del 2001, operaron en la sociedad, transformaciones de índole económica, política y social, con su inevitable correlato en lo cultural.

El empleo precario, informal e inestable y el crecimiento del desempleo, desataron entonces una profunda crisis que obliga a repensar el lugar del trabajo en la vida social y en la constitución de las identidades.

Desde éstas convicciones reafirmamos que el derecho a vivir dignamente debe ser superior a cualquier otro derecho. Que nuestra labor debe conectarnos efectivamente con las búsquedas que nuestra sociedad lleva adelante para darle sentido a sus luchas y que desde la CTA el camino que se le presenta a nuestra secretaría, debe exceder las manifestaciones artísticas de nuestros trabajadores del arte, ratificando así nuestra propuesta y pertenencia política: LA CULTURA DEL TRABAJO Y EL TRABAJO DE LA CULTURA, y desarrollarse en torno a tres objetivos centrales:

1) Organización

Es necesaria la organización del quehacer cultural en todos los ámbitos en los que la central desarrolla sus acciones, esto significa mapeo y articulación de la actividad cultural por gremio, sindicato, organizaciones y regionales, sabiendo que todos y cada uno de estos niveles organizativos protagonizan hechos culturales. La organización de estos grupos de compañeros deberá ser uno de los ejes prioritarios, ya que nos permitirá saber quienes somos, cómo trabajamos y cuáles son las necesidades concretas para poder elaborar proyectos en forma conjunta, y establecer el imprescindible vínculo organizativo con todos los compañeros trabajadores de la cultura.

2) Interrelación y acción política

Es necesaria la interrelación de los gremios de la CTA contenidos en el sector cultural y la acción política concreta en cuanto a la problemática del sector. Esto tiene que ver con una mirada específica desde el trabajador de la cultura, vinculando el trabajo de aquellos compañeros que desarrollan tareas en lo artístico e intelectual, y que afiliados por sindicato (actores, trabajadores del cine, músicos, por ejemplo), o afiliados en forma directa (plásticos, escritores, antropólogos, historiadores,, poetas, videístas, educadores, etc.) han venido participando en acciones político-culturales en nuestra central.

Nos parece de fundamental importancia la estrategia que tengamos con ellos -y hacia ellos-, en materia de comunicación, no sólo para la circulación de la información referida a actividades, documentos, reflexiones y proyectos en el área de cultura, sino para consensuar, convocar y promover distintas acciones. En este sentido, la inclusión de este material en el sitio web y en el periódico de la central, deberá ser parte vertebral de la política comunicacional que nos planteemos.

3) Hacia el debate

La propuesta y el debate del proyecto cultural en el camino, tanto hacia el Movimiento Político, Social y Cultural, como hacia la Constituyente Social, debe abordarse -consideramos- en base al primer objetivo planteado como organizador de la tarea, abriendo los espacios de debate a partir de una convocatoria amplia a los sectores culturales que ya existen y que elaboran proyectos. Debemos incentivar la relación con los diferentes actores culturales para debatir una agenda del sector en torno a lo pendiente: Ley Nacional de Cultura, Ley del Actor, Ley de la Música, Ley del Libro, etc. y, además, en cumplimiento del mandato de nuestro último Congreso, la puesta en debate del Proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que ponga fin a uno de los vestigios de la dictadura que aún nos rige.

Todo ello orientará nuestras acciones, no sólo en torno al reclamo o la exigencia frente al Estado como promotor de una política cultural democrática y participativa, sino desarrollando nuestra fuerza creativa como clase trabajadora, basándonos en nuestra larga e histórica experiencia cultural.

Estos objetivos deberán estar vinculados entre sí como núcleos estratégicos para orientar el trabajo de cultura desde y hacia la CTA Nacional, tomando el primero de ellos como prioritario, ya que si no conocemos las políticas y acciones realizadas por los compañeros del sector, a lo largo y ancho de nuestro país, difícilmente podamos elaborar un proyecto de cultura que nos abarque a todos, que sea discutido democrática y participativamente, que nos movilice en la tarea diaria, y se transforme en una nueva herramienta de cambio.

Todo ello redundará, como resultado, en otra de las conclusiones de nuestro congreso extraordinario: la ratificación estatutaria de nuestra secretaría de cultura.

De todos nosotros depende.

Norberto Gonzalo
Cultura CTA Nacional

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