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Sulfacid resiste los despidos [19/10/2005] La empresa Sulfacid, de San Lorenzo, provincia de Santa Fe, está en conflicto. Forma parte de un rosario de fábricas que se emplazan desde Puerto San Lorenzo hasta Campana. Se trata del famoso Cordón industrial. La vida de su gente está indisolublemente ligada a su historia. Atravesó épocas de esplendor en los años ’70 llegando a sumar 60.000 obreros sindicalizados, hoy no superan los 20.000.
Tras los tiempos de terror, con la desaparición y prisión de sus comisiones internas y cuerpos de delegados, durante los años del menemismo se vivió el cierre de numerosas fábricas que habían sido florecientes años atrás. Mientras crecían los yuyales donde había puestos de trabajo, muchas familias debían acomodarse a humillantes planes asistenciales. Los habitantes del Cordón llevan impresa en sus historias familiares la vida de cada fábrica, de cada compañero desaparecido, de grandes luchas y conquistas. Y en la memoria colectiva resuenan palabras que se dijeron y se repiten hoy: “si se lucha se puede”, recuerda Daniel Santillán, secretario general del Sindicato Químico de la zona y secretario de Relaciones Internacionales e Institucionales en CGT de San Lorenzo. En Sulfacid trabajan alrededor de 350 compañeros. La empresa fue parte de las 104 del Grupo Bunge y Born, comprada luego por Sánchez de Losada el grupo boliviano COMSUR. Produce zinc y ácido sulfúrico que vende en el mercado local, entre otras empresas a Aluar, mientras el 82 por ciento de la producción se exporta. Mientras Sulfacid se ubicaba como gran exportadora, en los últimos 15 años se registraron 52 compañeros muertos de cáncer, seguramente por efecto de los gases emanados de los químicos que se procesan en la planta, destacó Santillán a Engranajes. Sulfacid quiere imponer un convenio de empresa, rechazando lo acordado en junio pasado entre la Cámara de las industrias químicas y la Federación que agrupa a los sindicatos químicos. Con ese objetivo, acompañada por ICI-Duperial, implementan una estrategia típica del capitalismo salvaje. Se presenta al ministerio de Trabajo con una imaginativa contabilidad para argumentar una situación de crisis, lo que les habilitaría a despedir, reestructurar y modificar unilateralmente las cláusulas convencionales. En esa lógica, Sulfacid ejecutó 165 despidos como chantaje para que se acepten las condiciones que pretende imponer. La lucha está planteada y requiere de la solidaridad de todo el Cordón industrial y de los trabajadores de todo el país. ¿Podrías darnos un panorama de lo que está pasando? En junio de este año, la Cámara Química con la Federación acuerdan un aumento del 116 por ciento. De esta forma en enero del año próximo un trabajador químico cobraría 1.100 pesos, le agrega a nuestro convenio tablas salariales nuevas. A este 116 por ciento, que se va dando acumulativamente de junio a enero, Sulfacid tendría que agregar el 34 por ciento, lo cual mejora un poco la situación de los trabajadores para enero del 2006. El compañero que se inicia cobraría 1.340 pesos. Sulfacid, junto con la empresa ICI-Duperial firman este acuerdo, lo homologa el Ministerio de Trabajo y a la semana, al principio de septiembre, se presentan las dos empresas pidiendo una crisis preventiva... ¿A qué se refiere ese 34 por ciento que tendría que pagar Sulfacid? Lo del 34 por ciento es algo particular que rige en nuestra empresa y tiene que ver con el tema insalubridad. En el año 1974 la insalubridad se logra en una sección que se llama Sulfúrico. Del año 74 al 76 esa sección trabaja seis horas. De común acuerdo con los trabajadores se pasa a trabajar las ocho horas, pero por ese alargue de la jornada se logra que la empresa compense a los trabajadores con un 33,33 por ciento más del salario. Esto se convierte en el famoso Código 34, por lo que esta empresa es la única a nivel nacional que por sobre el salario que discute la Federación tiene que pagar un 34 por ciento más. En plena dictadura, el ministro de Trabajo, Llamil Reston, saca un decreto por el que elimina el 34 por ciento. ¿Por qué denuncia Sulfacid una situación de crisis, por los aumentos? Este recurso de presentar la situación de crisis ya lo habían usado cuatro años atrás. Cuando nos notificamos de la nueva presentación, tomamos vista del expediente, contestamos diciendo que, en primer lugar, cuando una empresa presenta esta situación dos veces en cuatro años debe tener un problema con sus gerentes, no con los trabajadores. En la actualidad el precio del zinc en el mercado internacional es de 1358 dólares la tonelada; Sulfacid fabrica 125 toneladas de zinc por día, en los años ’80 fabricaba 80 toneladas y trabajaba con 420 obreros. Es decir que nosotros en estos años perdimos 80 compañeros y la empresa fábrica 45 toneladas más por día. De ácido sulfúrico produce un promedio de 180 toneladas por día a un valor de 105 dólares por tonelada. Sulfacid fue premiada por la provincia de Santa Fe como una de las cuatro empresas que más exporta, las otras son Acindar y Vicentin. Según la revista Mercado la minera Aguilar que pertenece al mismo grupo COMSUR está en el puesto 244 y Sulfacid en el 283, dentro de las 500 empresas que más exportan en el país. De acuerdo a esos datos, Sulfacid gana 50 dólares cada 25 segundos. Hay que aclarar también que antes de la devaluación, con el uno a uno, el precio del zinc que históricamente era de 1.050 dólares había bajado a 830 y los sueldos se pagaban a precio dólar. El ministerio de Trabajo no homologó la presentación de crisis, ni de Sulfacid, ni de ICI- Duperial. ¿Cuál es la reacción de la empresa? En reprimenda Sulfacid despide a 165 compañeros ofreciendo un 50 por ciento de indemnización. Es decir actúan como si efectivamente se hubiera aceptado el procedimiento de crisis. ¿Se efectivizan los despidos? Nosotros lo que hacemos es publicar en un transparente en la fábrica la lista de los 165 presuntos despedidos. Cuando llega la primera ejecución de los primeros 40, por asamblea se decide el paro. Aquí hay que recordar que en la anterior situación de crisis, en el 2001, los trabajadores ofrecen una propuesta de crédito, costeado por ellos mismos a cambio de que no se produzca ningún despido. En una actitud extraordinariamente solidaria con sus compañeros, los trabajadores deciden ceder un 20 por ciento de sus salarios, a modo de crédito para financiar a la empresa. Probablemente la empresa especula con reproducir ese hecho, que en su momento le resultó un verdadero negocio porque lo terminó pagando en pesos o pretendiendo negociar compañeros. La táctica nuestra esta vez fue diferente. Les decimos a los compañeros: esta vez hay que ir “con los tapones de punta” ¿En qué consistía esto? Agarrar el listado y ponerlo en el transparente. Cuando los muchachos vieron esto se pusieron locos, se armó un despelote terrible y cada compañero empezó a pasearse por la fábrica con el número de despedido y su lugar en la lista escrito en un papel. Los veían todos los proveedores, se armó un lío bárbaro, también bajó la producción. Uno se puede imaginar cuánta angustia generan estas maniobras de la empresa. Por supuesto. Lo vemos muy clarito en nuestra obra social, esos días creció el nivel de enfermedad, las consultas al centro médico. Dos compañeros con problemas psiquiátricos, situaciones de estrés en las familias, chicos con problemas psicológicos. Fue un golpe durísimo, pero nosotros respondimos con fuego. Dicen que “al fuego hay que apagarlo con fuego” La asamblea determinó paro por tiempo indeterminado hasta tanto se reincorporaran a los 165 compañeros. La empresa instala en la puerta unos pilotes con cadenas enrejadas y nos clava allí policías. Por otro lado ya habían sacado 3.000 toneladas de zinc para mantener el abastecimiento a los proveedores, ya que se veían venir el conflicto. De alguna manera nos sacaban margen de negociación. Nosotros nos jugamos a que fuera acatado el paro y así fue. Una nueva asamblea en el sindicato resuelve ir a tomar posesión de la carpa. La carpa quedó instalada allí desde un conflicto anterior y forma parte del paisaje del lugar. Éramos aproximadamente 200. Avanzamos hacia la carpa y saltamos la reja, sacamos las cadenas, el andamiaje, lo tiramos todo a la zanja, corremos los camiones y nos instalamos. ¿A esta altura del conflicto hay alguna muestra de respaldo a la situación que atraviesan? Sucede un hecho inédito y de gran importancia. A instancias del compañero diputado Aldo Estrada se convoca al senador del PJ del departamento de la zona y juntos hacen una convocatoria a todos los intendentes del Cordón, pertenecientes a todo el arco político, desde Granadero Baigorria, pasando por Bermúdez, Fray Luis Beltrán, Puerto San Martín, Timbúes, todos. Asistieron alrededor de cien personas a una reunión que se realizó en el Centro de Jubilados de Fray Luis Beltrán. Fue un hecho histórico. Mientras se cumplía el paro total en la fábrica. En ese mismo día había elecciones en la planta de Petroquímica Bermúdez, que también pertenece a nuestro sindicato. Gana con el 90 por ciento de los votos la lista blanca, encabezada por el compañero Juan Carlos Giachello secretario adjunto de nuestro sindicato. También en Reportajes Video celebrando los 5 años de la Unión Solidaria de Trabajadores Autogestionados “El camino es la obra pública y más ingresos a sectores de menos recursos” Para este discípulo de Jorge Swarzer, es posible aplicar una devaluación pero debe ir acompañada por una “agresiva política fiscal que impulse la demanda y compense los efectos distributivos”. De ese modo, se podría “contribuir a retomar el sendero de crecimiento”. “Ideales e intereses están siempre mezclados” Para Merklen, las clases populares ya no se identifican con la figura del trabajador sino con la del habitante pobre del barrio. La dimensión local de la política –señala– coexiste con la pobreza y genera transformaciones en la democracia y en la ciudadanía que muchas veces son ignoradas o descalificadas al asociarse con acepciones reduccionistas del clientelismo. “Impulsar un proteccionismo regional” Sader aseguró que América latina debe responder con mayor integración económica frente a la crisis. Señaló que en Argentina, el conflicto rural “desnudó a la nueva derecha política, social y económica.” “Lo que sucede en Argentina es casi un experimento masivo” Hace dos semanas denunció en Página/12 los efectos devastadores del compuesto herbicida sobre los embriones humanos. Esperaba una reacción, “pero no tan violenta”: fue amenazado, le armaron una campaña de desprestigio y hasta afirmaron que sus investigaciones no existían. Carrasco contesta y renueva sus cargos contra las multinacionales químicas. “La crisis borró las fronteras entre el centro y la periferia” Hélène Bouneaud durante su paso por la sede de la CTA en Buenos Aires. “La derecha se quedó sin su Norte” Según Sader, la derecha latinoamericana dejó de tener una alternativa para ofrecer y perdió la orientación de Estados Unidos. El experto brasileño señala que los gobiernos progresistas de la región tienen como más férreo opositor a los medios. La actual globalización exige un nuevo paradigma de cooperación Si la globalización es la lógica predominante en el planeta; si la tierra es el espacio común único, y los seres humanos una especie profundamente interdependiente; entonces la antigua noción de cooperación Norte-Sur debe ser redefinida. "Es el momento de encontrar un nuevo paradigma, que supere lo viejo y dinamice lo nuevo. Debe ser un eje esencial de las relaciones planetarias", enfatiza Leonardo Boff, teólogo de la liberación, uno de los más prominentes pensadores latinoamericanos contemporáneos. En esta entrevista exclusiva Boff apuesta a un "Contrato social universal," donde imperen relaciones justas, una cultura del diálogo- consenso, y, particularmente, una cooperación realmente solidaria. Combatir la desigualdad es la forma más eficaz de enfrentar la crisis “Lidiar con la pobreza, en realidad, es la forma, más eficaz de lidiar con la crisis económica, mucho más eficaz que la estrategia de dar dinero a los bancos o a las grandes empresas. Es así como se restauran los flujos de renta, de capital, y la capacidad de tomar crédito de la población y del sistema como un todo.” En 1990, antes de la privatización, ENTel. tenía más de 43 mil trabajadores. Hoy, entre Telefónica y Telecom no superan los 20 mil. |
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