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Comisión de Cultura [4/01/2010]
Como jóvenes pertenecientes a la clase trabajadora hemos visto y padecido así como nuestros compañeros y compañeras en la historia, que el avance e imposición de la oligarquía en nuestro territorio nacional a conllevado a una modernización extrangerizante definiendo la cultura como algo cerrado y con características distinguibles de una cultura europea y norteamericana. Esto se puede ver cuando la mayoría de las políticas de esta índole representan a eso países dejando de lado como consecuencia la rica historia de no solo la sociedad actual sino también de las cosmovisiones de nuestro pueblos originarios, y creemos que en ese sentido queda mucho por construir. Desde la juventud de la CTA cuando hablamos de recuperar lo nacional no solo hablamos de recuperar empresas y territorios sino también de recuperar nuestra esencia, nuestro pasado, parte de nuestra identidad. En estos espacios es donde la política toma mas fuerza, reconocer y defender lo que somos es también reconocer a nuestros ancestros y nuestras raíces. En este sentido vemos a la cultura como un derecho irrenunciable y un estandarte que, por mas dictadura de por medio, nunca ha caído y no deberá hacerlo, es así que en cada barrio, en cada puesto de trabajo defender y reconocer lo que somos como individuo y como organización debe ser además de una política de estado, si queremos vernos a un espejo y reconocernos como parte de un movimiento nacional y popular incluyente, una parte de nuestro sentido común militante porque incluir no solo es incorporar compañeros y compañeras sino también reconocer la historia y las concepciones culturales. Como Argentinos pertenecientes a una patria latinoamericana vemos que fuimos colonizados con la espada y con la biblia, cosa que fue mantenida por siglos con la sangre de nuestro compatriotas, hasta que los movimientos nacionales y populares tomaron la iniciativa de una independencia que por la correlación de fuerzas nos fue imposibilitada, no así fue suficiente para que la oligarquía refundara el colonialismo -neocolonialismo- de mercado y mediático con las nuevas formas de consumo, eh ahí como fue utilizada, en parte, la globalización. Creemos desde nuestra concepción de la política de movimiento que recuperar los espacios públicos populares y gestionar los espacios en desuso para crear centros culturales, bibliotecas barriales, apoyo escolar, centros comunitarios, sociedades de fomento, plazas, calles, paredones, enriquecer el sistema educativo desarrollando un sentido crítico, creativo y artístico; generar talleres con mayor expresión corporal, como, teatro, murga, circo, significa avanzar en un proceso de reconocimiento y consolidación de una cultura nacional y latinoamericana avasallada por las políticas extrangerizantes de quienes han detentado el poder económico y político desde hace mas de cinco siglos. Por eso reafirmamos que la batalla es cultural. En la comisión de Cultura, luego del profundo debate, se llegó a las siguientes conclusiones:
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