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Comisión de Educación [4/01/2010]
En la comisión de educación el debate apunto a los diferentes roles que ha cumplido la educación y junto a las modificaciones sufridas en las últimas décadas como la misma ah servido a diferentes proyectos políticos y concretamente cual es el rol que esta cumpliendo la educación hoy en día y sus consecuencias en un contexto nacional e internacional de crisis e inestabilidad de hegemonía. En este sentido la educación no está aislada de otras esferas de la actividad social y, por ende, las dificultades que se producen sobre otros terrenos tienen su correlato en los establecimientos educativos. Así, tampoco escapa a la pauperización generalizada de la actividad económica la calidad educativa en todos sus niveles de formación. De manera que, en tanto crecen y se profundizan las urgencias materiales de los trabajadores, se resignan o se postergan reivindicaciones en las condiciones laborales del sector y apuestas en el plano político y pedagógico, respectivamente. Con la destrucción de los lazos sociales durante la dictadura y la fragmentación que consumó el neoliberalismo en la década de los 90’, los establecimientos educativos se convirtieron en meros depósitos para la transmisión de un contenido determinado y se orientó la formación, en muchas instituciones, según las apetencias del mercado. En ese sentido, es imperioso recuperar los enclaves educativos como espacios de resistencia y construcción política para transformar las matrices injustas de la sociedad. Conforme cambian las condiciones de vida, mutan las aspiraciones y demandas de la sociedad. Una escuela que no atiende a tales metamorfosis corre el riesgo de desvincularse de los sectores sociales que sólo pueden valerse de ella para disputar y defender su derecho a la igualdad de oportunidades. En consecuencia, la educación debe reinventarse a sí misma con lenguajes y prácticas populares, con el propósito de sumar a los sectores subalternos a la lucha política por el cambio social. Si la educación formal quiere trascender la antología del llanto con que la cercan los sectores dominantes debe vincularse y nutrirse de la educación popular. Sin la formalización de ciertos criterios de la educación popular, la educación formal corre el riesgo de naufragar; y con ella, las declamaciones sobre la inclusión social. Propiciar y fomentar la formación bachilleratos populares como alternativa de escolarización social como herramienta de concientización de derechos humanos y sociales. Propiciar y fomentar la formación de centros de estudiantes en los ámbitos educativos. La apertura de los canales de participación es una de las cartas que aporta al incremento del compromiso de los estudiantes. Creemos que es imprescindible pelear por el boleto estudiantil, tanto secundario y terciario como universitario. El contexto económico actual exige que los beneficiarios de esa política pública encaren una batalla cultural en la que no se los reduzca y encajone bajo lógicas corporativas sino que el resto de la sociedad comprenda que la carestía del transporte público es un elemento regresivo en la redistribución de la riqueza y conspira contra la universalidad del carácter público en la educación. Es de vital importancia que los estudiantes secundarios, terciarios y universitarios comprendan su derrotero académico como un camino que excede el recorrido curricular de materias y contenidos de asignaturas. Su formación debe estar al servicio de las luchas del pueblo y de nada servirá que conozcan el cuadrado de la hipotenusa o la historia de la Revolución Francesa si su aprendizaje no redunda en la inserción territorial y la unidad con los trabajadores. Es avanzar por una Nueva Ley de Educación Superior. Para eso, es importante superar la ortodoxia de mecanismo y estructuras que permitan la instalación del tema como agenda de la comunidad educativa y del conjunto de la sociedad, en profundizar el debate para comprender la trascendencia de este tema. Consecuentemente con la desindustrialización del país, se operó también el desmantelamiento y la desprotección de las escuelas técnicas, priorizando la formación de empleados para el rubro servicios. La recuperación económica de la región y las demandas de una paulatina diversificación productiva requiere del equivalente fortalecimiento de la educación técnica. La recuperación del rol de los centros de estudiantes como herramienta sindical es una de las asignaturas pendientes en el movimiento estudiantil, como así también la articulación entre quienes transitan por diferentes niveles educativos y aún no se reconocen como colectivo social, con intereses comunes y preocupaciones similares. Con forme a lo planteado la comisión de educación propone: Recuperar los establecimientos educativos como espacio de resistencia.
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