|
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Hacia el Octavo Congreso Nacional de Delegados de la CTA La lucha de los trabajadores ya no puede ser concebida como un fenómeno que se agote en el espacio físico de las centrales nacionales porque hoy el capital está trasnacionalizado. El neoliberalismo no sólo implica la movilidad de los capitales de un lado a otro del planeta sino de empresas trasnacionalizadas que obligan, al movimiento sindical y a los trabajadores, a pensar en escenarios de lucha también mundiales. Posición histórica de la CTA LA CTA siempre le asignó importancia estratégica a la proyección de su accionar en el plano internacional. Ejemplos de ello lo constituyen nuestra presencia militante en los foros sociales, en la Asamblea y la Alianza contra el ALCA, en la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur, en la representación de los movimientos sociales en el ALBA y en todo otro ámbito que represente un espacio para expandir la disputa por los intereses de la clase trabajadora más allá de las fronteras nacionales. Nuestra Central siempre creció en ese espacio en el que se entremezclan expresiones diversas, plurales, hasta a veces contradictorias. Pero invariablemente lo hemos hecho desde la convicción de que todos ellos eran ámbitos para militar con espíritu unitario y con un claro compromiso antiimperialista, teniendo como norte ampliar y fortalecer la lucha por los derechos y la dignidad de los trabajadores. Por eso, no es casual que en la fundacional Declaración de Burzaco, lo primero que dijimos, cuando levantamos la mirada más allá de nuestras fronteras. Ese no al bloqueo contra los hermanos cubanos, reivindicando el derecho a la autodeterminación de los pueblos y el derecho de los trabajadores a construir dentro de sus propias naciones la justicia social. También es cierto que lo que dimos nos fue retribuido con creces, ya que desde nuestros inicios hemos sido tributarios del generoso apoyo de las centrales obreras de nuestro continente y del resto del mundo, en un amplio arco político e ideológico que -para citar el caso más reciente- nos significó el abrumador apoyo del movimiento obrero internacional en la última Asamblea Anual de la OIT en nuestra pelea por la Personería Gremial. A tal punto ha llegado este apoyo que distintas Centrales de un mismo país, con diferencias históricas entre sí, han coincidido en ese contundente respaldo. Es el caso, por ejemplo, de las Centrales obreras de España a las que este último lunes 29 de octubre, agradecimos en un acto de camaradería, el espaldarazo que significó su intervención en la Asamblea de la OIT para que el Caso Argentino finalmente se tratara, a pesar del lobby de la CGT con la anuencia del sector empresario que estaba representado en la figura Daniel Funes de Rioja, vicepresidente de la Organización Internacional de Empleadores (OIE) y de la UIA. Y junto con ello abrieron la puerta para que se tratara nuestra demanda los representantes de todas las demás centrales obreras, a las que expresó en una sola voz la Central Sindical Internacional (CSI), recientemente constituida. En síntesis, todo un arco plural de organizaciones que más allá de sus diferencias y contradicciones entre sí, tiene un claro contenido en pos de la libertad y democracia sindical, como práctica que se tiene que respetar en el mundo. La Central ha ido construyendo una política internacional que ha sido la extensión, en un plano de absoluta coherencia, de su desarrollo a nivel nacional. De la misma manera que fuimos avanzando al ritmo de los modelos de integración que se desarrollaron en el sur de América a través de lo que ha sido el Mercosur, en su etapa de expansión comercial; promovimos junto a otras Centrales la defensa irrestricta de los derechos humanos, enfrentando las secuelas de las dictaduras militares, que se constituyeron en la expresión de los intereses del Imperio y sus socios locales en nuestro continente. Estos nos llevó a la búsqueda de articulaciones con organizaciones afines y que luego configuraron las experiencias de la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur, el desarrollo de lo que fue la Coordinadora de la Comunidad Andina y la constitución de una Coordinadora en Centroamérica. Esta política de resistencia nacional nos llevó a tener una política de las mismas características en el orden internacional. La política internacional de nuestra Central se debe expresar en seguir teniendo intervención y participación en una cantidad de foros, que lejos de ser contrapuestos, constituyen espacios de disputa y construcción unitaria al mismo tiempo, desde nuestra autonomía, con una estrategia, una forma de movernos y formas de consenso que signifique construcción de correlaciones de fuerza que nos permitan avanzar articulando iniciativas de lucha o generando redes de solidaridad para respaldar a quienes son puestos en la mira del imperialismo. Por eso, todo lo que permita dar pasos para seguir construyendo un nuevo internacionalismo y encontrar unidad de la clase trabajadora, es necesario y es correcto desarrollarlos.
Nuevo internacionalismo Esto ha significado el primer paso hacia una nueva reconfiguración del movimiento sindical en el plano mundial, que necesita imperiosamente poner límites a la acción expoliadora de un capital empresario que se desplaza de nación en nación, buscando mano de obra barata y optimización de ganancias por vía de la anulación de derechos laborales. Es así que estamos en una etapa de ofensiva de nuestra política internacional que no es menor. El hecho histórico que representa la disolución de la CIOLS y la CMT y que otras centrales independientes como la nuestra, estén dando pasos hacia un nuevo internacionalismo cuyo punto de partida ha sido la constitución de la Confederación Sindical Internacional (CSI) , no es un debate menor en estos tiempos de globalización capitalista donde la unidad que han desarrollado el circuito de los empleadores o empresarios para maximizar sus ganancias en base a la explotación en distintos lugares del planeta nos golpea cotidianamente. Esto nos lleva a que nuestras comunicaciones, nuestras prácticas de lucha, tengamos que hacerlas en muchas circunstancias con trabajadores de distintos lugares del mundo, inclusive para enfrentar un mismo patrón, que son fenómenos de nuestro tiempo y que tal vez en otros tiempos no los teníamos con estas características. Entonces coincidimos en que tenemos que participar en este tipo de foros, que nos permita poder desarrollar una ofensiva en la política internacional de la CTA. Para lograr esto tenemos que ser amplios para afrontar una disputa cada vez más compleja, con aliados cada vez más diversos. Esto requiere resolver contradicciones con el criterio de definir dónde está el enemigo principal. Así lo estamos llevando a la práctica con el frente amplio contra los Tratados de Libre Comercio. La experiencia del ALCA en ese sentido ha sido muy importante. Pero en este tema no es solamente los Estados Unidos. También aparecen las iniciativas en ese terreno de la Unión Europea y China, ante lo cual se requiere un nivel de articulación y pensamiento de los trabajadores y el movimiento sindical cada vez más articulado para mejorar los niveles de intervención. Y es inevitable para construir esa organización que enfrente este nuevo escenario mundial que tengamos que encontrarnos con una diversidad de organizaciones de trabajadores que hay en el mundo y que han tenido distintas características y distintas historias en cada uno de los continentes. Es decir, no todos los continentes son iguales a América Latina. No es lo mismo lo que ocurre en Asia o en África, que es donde están las casas matrices de las principales trasnacionales que dominan no solamente el saqueo en el mundo, sino también las nuevas formas de explotación.
Unidad sindical mundial y regional El neoliberalismo representa una etapa en la que los grupos dominantes de las distintas naciones están articulando estrategias comunes, las cuales las vemos reflejadas en las asambleas de la OIT, donde el sector empresario, sea de Europa, de América Latina, de África o el Asia, actúa con un grado de coherencia y articulación que nos muestra que ellos discuten la política en el diálogo mundial y el movimiento sindical no puede quedar rezagado en esa disputa .No podemos perder de vista el hecho de que en el llamado Tercer Mundo constituimos centrales sindicales que tenemos una gran contradicción, porque estamos inmersos en una lucha dentro de países que son capitalistas y además que son periféricos de ese capitalismo. Es decir que, además de las contradicciones que se le puedan plantear a las centrales sindicales de Europa, se nos plantea además la cuestión de ser parte de la periferia; muchas veces enfrentamos políticas que se aplican y se deciden en ámbitos trasnacionalizados, como el Fondo Monetario Internacional, que aunque hoy en apariencia en la Argentina tenga una incidencia relativa, sigue siendo uno de los instrumentos de dominación de las potencias económicas. Este proceso requiere de nuestra participación en foros mundiales, pero también de una participación activa en el debate y definiciones de los procesos de unificación sindical en curso. Cobra particular trascendencia para nosotros el Congreso que en marzo del 2008 significará la disolución de la ORIT y la CLAT, como paso inicial para la constitución de la Central de las Américas que tendrá un aporte importante de las organizaciones independientes que, como la CTA, venimos dándole una impronta propia al movimiento sindical en América Latina. Cabe recordar que en la región tenemos históricamente afinidad con muchas centrales, como la CUT de Brasil, la CUT de Colombia, la CUTA de Paraguay, las centrales de Nicaragua, algunas de las centrales canadienses. Y tenemos mucha afinidad también con otras centrales que nos han acompañado desde un primer momento, como la CGT de Francia, CCOO y UGT de España, las centrales noruegas, ELA del País Vasco. Hay un terreno para transitar. Estamos en una transición hacia encontrar alternativas de la clase trabajadora mundial y ese camino lo tenemos que protagonizar sin ceder un solo milímetro de nuestra autonomía, pero también siendo concientes de que estamos en un terreno de diversidad en el que el único antagonismo absoluto es con el enemigo de clase.
América Latina, el continente más desigual Ninguna diferencia nos puede hacer perder de vista la necesidad de ser parte de la construcción orgánica de un nuevo internacionalismo que posibilite consolidar una correlación de fuerzas más favorable a los trabajadores para enfrentar esta disputa tan asimétrica que existe entre los movimientos obreros -cuando estamos aislados en el espacio de nuestras propias fronteras nacionales- y las multinacionales con el apoyo de agencias multinacionales como el FMI, el Banco Mundial y otras. Ningún espacio de unidad de la clase trabajadora debe ser descartado, aunque sepamos que existirán ámbitos en los que habrá más posibilidad de construir alianzas estratégicas y otros en donde prevalecerá la defensa de intereses comunes más vinculados a cuestiones de la coyuntura. Por ello debemos entender como parte de una misma política nuestra integración en el ALBA, en la CCSCS, en UNASur, en la Comunidad Andina. No tenemos que contraponer nuestra integración en el Mercosur con la integración en el ALBA. No hay que generar contradicciones donde no existen o por lo menos no convertir en antagónicas diferencias que hay que saber resolver en el marco que nos asegure la mejor correlación de fuerzas para profundizar la lucha de los trabajadores en Argentina, América Latina y el mundo.
Presencia latina
Lazos de hermandad en América Latina: ALBA, Mercosur-Comunidad Andina, Unasur
Apoyo irrestricto, militante y consecuente a la Revolución Cubana En efecto, no es contradictorio en absoluto ser parte del proceso de construcción de la Central Sindical Internacional y, a la vez, volver a definir como uno de nuestros ejes de política internacional el apoyo irrestricto, consecuente y militante a la causa de la Revolución Cubana y a la denuncia del bloqueo que los Estados Unidos le imponen. Ingresamos a la CSI, en un escenario complejo, pero como símbolo de madurez y crecimiento. Si la CTA pudo conseguir en la OIT el apoyo unánime de las centrales sindicales del mundo, es precisamente porque la CTA ha crecido, tiene peso y se ha ganado el respeto fronteras afuera de la Argentina. Es verdad también que la CTA sola, aislada del mundo de los trabajadores, tampoco hubiese logrado generar ese apoyo plural y multitudinario. Lo mismo tenemos que seguir promoviendo en relación con el tema de Cuba, lograr el apoyo más amplio y plural para neutralizar las presiones de quienes pretenden continuar con la política del aislamiento, tal como hacían en la época de la guerra fría. Somos mucho más útiles en esa acción dando la disputa en los distintos planos internacionales, que aislándonos del movimiento gremial con el que vamos construyendo alianzas que incluyen como una de las cuestiones prioritarias, lograr que la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), tenga cada vez más presencia en el movimiento sindical de América Latina . Es verdad que en la CSI hay determinadas centrales, no solo de los países del Primer Mundo, que han sido creadas en el período de la Guerra Fría u otras que se formaron después de la caída del muro en los países del Este, que muchas veces son bastante conservadoras y que suelen tener una actitud hostil hacia el proceso de Cuba. Pero no es menos cierto que la mayoría de las Centrales del mundo, que no necesariamente son de izquierda, apoyan y respaldan el derecho del pueblo cubano a la autodeterminación y condenan el hostigamiento de que son objeto. Y esto se explica porque en un ámbito en el que participan representaciones nacionales de trabajadores de todo el planeta los debates y las disputas se dan en términos muy amplios. Hay pluralismo, conviven distintas expresiones, hay centrales alineadas a los principales partidos políticos de Europa y no pocas de izquierda, hay centrales independientes, centrales de izquierda más allegadas a nosotros que vienen construyendo procesos importantísimos como la CUT de Brasil y la CUT de Colombia, con las cuales nos hermanan una lucha en común, y hay otras centrales más conservadoras. Esa relación es una relación compleja, en la que se articula en la dialéctica de la unidad y de la disputa. Tal como sucede en la CCSCS, donde no vamos a comulgar en una misma idea, una misma práctica, una misma estrategia con todas las centrales que hay allí, porque si fuera así estaríamos en una gran contradicción ya que ahí también está la CGT. Ahí vamos a debatir, a discutir, en una pulseada permanente. Así como hay determinadas expresiones que en el caso de Cuba tienen un discurso de otra época, la mayoría tienen una actitud más abierta y unitaria. Lo cierto es que corrió mucha agua debajo del puente y hoy somos muchas las Centrales que vamos a dar la pelea para que este proceso de unidad llegue a una etapa en la que se amplifique e incorpore sin exclusiones a todas las centrales del mundo que quieran ingresar. Por supuesto, sin la pretensión de imponerle a nadie que sea parte de un proceso, sino que tiene que surgir producto de la decisión de los trabajadores cada Central. Porque así como defendemos nuestra autonomía, respetamos la de los demás. La CTA es autónoma y la única atadura que tiene es con los trabajadores a los que representamos.
Capital trasnacionalizado y TLCs. Retos y desafíos Otro ejemplo importante ha sido el de la resistencia articulada en el continente contra las políticas neoliberales en educación. Para los trabajadores docentes de América fue clave la trasnacionalización de la lucha. El Banco Mundial y el FMI nos imponían reformas educativas clonadas para todos los países de la región. Recién cuando pudimos encadenar una resistencia y una disputa en el plano político-ideológico que no estuviera encajonada en los límites de la frontera, recién cuando dejamos de pensar que la reforma era decisión del tal o cual Ministro de Educación y nos dimos cuenta que eso era una corriente internacional y nos juntamos todos los compañeros de distintos países, pudimos empezar a profundizar la lucha, primero en el plano de las ideas y después movilizados en las calles. Adolfo Aguirre Hugo Yasky También en Congresos CTA (FeTERA SEMANAL N° 501 02.04.09). La Comisión de Resoluciones Especiales puso a consideración del Noveno Congreso Nacional de CTA y obtuvo la aprobación de los distintos despachos que los congresales presentaron en las dos jornadas del Congreso. Jornada Continental en Defensa del Empleo (FeTERA SEMANAL N° 501 02.04.09). El martes 31 de marzo/09, en Buenos Aires, Capital Federal, la CTA Nacional realizó una Jornada Continental de movilización hasta el Ministerio del Trabajo. La FeTERA formó parte del numeroso grupo de trabajadores, desocupados, piqueteros, que se dieron cita para exigir que la crisis no la paguen los trabajadores con "con rebajas de salario, más precariedad laboral, despidos y represión policial a los que luchan." Suplementos FeTERA 22 de abril: Jornada Nacional de movilizaciones y paros en todo el país (FeTERA SEMANAL N° 501 02.04.09). En el Noveno Congreso Nacional de Delegados de la CTA, se aprobó por unanimidad la realización de una Jornada Nacional de Movilizaciones y Paros en todo el país, para el 22 de abril. Suplementos FeTERA Refundar la Nación con el Protagonismo de los Trabajadores (FeTERA SEMANAL Nº 499 20.03.09). En la Universidad Nacional de la Matanza, el 20 de marzo/09, se realizó el 2do. Congreso Provincial Ordinario y el 4to. Congreso Extraordinario de la CTA Provincia de Buenos Aires. “Refundar la Nación con el Protagonismo de los Trabajadores”, fue la consigna que cobijó la realización de los Congresos Ordinario y Extraordinario de la CTA bonaerense. El Movimiento Político Sindical Liberación y el Movimiento Territorial Liberación frente a las tareas para la construcción del Movimiento Político, Social y Cultural resuelto por el Congreso de la Central de los Trabajadores de Argentina (CTA). CRONOGRAMA DE LOS CONGRESOS PROVINCIALES DE LA CTA Y PROPUESTA DE LA FeTERA Hasta el 4 y 5 de diciembre, alrededor de 6.500 cuadros de la Central debatirán en los congresos provinciales éstos y otros temas que hacen a la singularidad de cada región, desde la óptica de clase. El 9 de noviembre/07, en la ciudad de La Plata, con la presencia aproximada de 2000 compañeros y compañeras se realizó el Congreso de la CTA de la Provincia de Buenos Aires. Las resoluciones tomadas en el seno del debate de las comisiones, una vez leídas, fueron aprobadas por unanimidad en algunos casos y por amplia mayoría en otros. ANTE LA PRETENDIDA UNIDAD DEL SINDICALISMO MUNDIAL Frente al dominio mundial de las grandes corporaciones que imponen SINTESIS DE LOS DOCUMENTOS PARA EL DEBATE Con el objetivo fundamental de facilitar el trabajo en los Congresos, la CTA preparó una versión sintetizada de los documentos originales para discusión. Nuestra decisión es trabajar en la construcción de un Modelo Energético distinto, donde se reconozca, defienda y ejerza la soberanía energética. Para la CTA la energía es un derecho humano esencial, y como tal debe ser contemplado y concebido en el marco del conjunto de los derechos humanos esenciales. Los derechos del hombre definidos como las libertades primarias (el derecho a la vida, los derechos políticos) no se pueden asegurar mientras no se respeten los otros derechos irrenunciables como el derecho al trabajo, el acceso a la cultura, a la información, a la vivienda, al salario universal, al alimento, a la salud y a la educación. El ejercicio del derecho a la energía y al agua, como de todos los demás mencionados, necesita la formulación de un nuevo modelo de país, de una nueva estructuración social, de nuevas metas nacionales y regionales que implique un contrapoder a la hegemonía imperial del poder económico globalizante. |
| |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||