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Un recuerdo para Olga [10/02/2009] El símbolo es esa mujer que da vueltas sola en un pueblo del norte. Es la plaza de Ledesma, en Jujuy, donde está el ingenio. La mujer es Olga Aredes, de la Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo.
Lleva un cartel, el pañuelo en la cabeza y da vueltas mientras el pueblo, bajo la sombra del ingenio, da la espalda con temor. El placero lleva la cuenta de las vueltas y es el único que le habla. Cuando termina, guarda el cartel, se saca el pañuelo y regresa a su casa en silencio. Tras años de cumplir el mismo rito, Olga consiguió romper el miedo, quebrar el silencio y una vez por año, en los últimos diez, Ledesma se sobrecogía en el mes de julio con la Marcha de la Noche de los Apagones. Primero iban gente de Buenos Aires y Tucumán y unos pocos vecinos. Y después los mismos pobladores de Ledesma se hicieron cargo de la cita y realizaron actos en las escuelas y en los barrios para recordar a los desaparecidos del pueblo, estudiantes, vecinos y trabajadores, entre los que se cuenta el ex intendente, el médico Luis Aredes, esposo de Olga. A la tarde se quema el bagazo de caña y un olor dulzón inunda el pueblo. La chimenea gigante del ingenio más grande de Latinoamérica lanza una nube espesa de cenizas que cubren las calles y los autos. Forma parte del paisaje y la gente se acostumbra en un lugar donde es alta la incidencia de enfermedades respiratorias. Olga murió ayer en Tucumán, víctima de cáncer, una enfermedad que se potenció por la bagazoosis que produce la caña que quema el ingenio. Sabía que se moría y se fue a Tucumán para estar acompañada por sus hijos Olga, Adriana, Ricardo y Luis. No quiso cuidados extremos ni que le prolonguen la vida en forma artificial. Asumió el diagnóstico fatal con serenidad, ordenó sus cosas y mantuvo alguna comunicación ?la que permitía su salud precaria? con los amigos en el resto del país. Siempre fue así, de carácter fuerte pero sereno, desde su juventud, cuando recién casada con un médico recién recibido llegó a Ledesma. Luis Aredes quería ser útil donde más se lo necesitara. Y eligió el pueblo con la tasa más alta de mortalidad infantil. Pero después de un tiempo, el ingenio lo echó porque exigía demasiado para los trabajadores. Se retiró a Tilcara, donde fue director del hospital por algunos años, pero abandonó todo para regresar y dar pelea, o sea ser útil. Fue el médico rural de los trabajadores golondrina y de los obreros del ingenio. La empresa hizo lo posible para echarlo, pero en 1973, los trabajadores le pidieron que fuera candidato a intendente y ganó. El resto es historia, lo depuso un golpe policial, lo metieron preso, lo liberaron y finalmente lo secuestraron y desaparecieron. Una noche de julio de 1976 se cortaron las luces del pueblo y de Calilegua, una localidad contigua, y la Gendarmería y el Ejército se llevaron a 400 vecinos en camiones cedidos por el Ingenio Ledesma. La mayoría fue internada en campos de concentración, 40 de ellos siguen desaparecidos. El Ingenio Ledesma también sigue allí. Olga se murió. Es inevitable sentir el peso de la injusticia, de la desigualdad más desaforada. Pero si a ella y a muchas más las hubiera ganado el desconsuelo, les hubiera atado las manos y sacado el aliento o llevado a la resignación, el pueblo de Ledesma seguiría en silencio, las Madres no hubieran existido y no habría lugar, siquiera, para la esperanza o la dignidad. En la película de Eduardo Aliverti, Sol de Noche, que cuenta esta historia, se la ve a ella y al cura del pueblo y un directivo del ingenio, enemigos del doctor Aredes. El contraste es tan fuerte entre la mujer y la hipocresía, la miseria humana, que lastima. Su vida, como la de todos, tiene un sentido en ese contraste. La casa de Olga en Ledesma era una romería durante los días de la Marcha de los Apagones. Madres e HIJOS de todo el país se alojaban allí y se cocinaban grandes ollas de locro y docenas de empanadas. Habían sido muchos años de soledad, de dolor y humillación y la marcha era su victoria, la confirmación del valor de la dignidad, de que no estaba sola y de que el reclamo de justicia era algo más que una locura desgarradora. Ya enferma, en las últimas marchas caminaba con un barbijo para evitar la ceniza. No estarán más su calidez, su opinión serena de luchadora, ni su mirada práctica. Faltará ese alegre empecinamiento fundamental. La vamos a extrañar en julio. Seguro que en estos últimos días pensó más de una vez en la marcha de este año, que será la primera sin ella. Pero también es seguro que en la Marcha de la Noche de los Apagones de este año en Ledesma estará más presente que nunca. También en Opinión y Debates Berlusconi nos repugna, pero no nos sorprende La Central de Trabajadores de la Argentina ha manifestado su profundo y más enérgico rechazo a las expresiones que tuvo el Primer Ministro italiano Silvio Berlusconi que ofenden la memoria de nuestros 30.000 desaparecidos. Violencia y delito ¿Qué hacer? Hay que aceptar definitivamente que el delito, que genera inseguridad cotidiana, es producto de un problema bastante más profundo. Guerra sucia y prensa cómplice Los medios ocultan la verdad. Atribuyen toda acción violenta a enfrentamientos entre chiítas y sunnitas, sin pruebas ni fundamentos. Son cómplices del genocidio perpetrado por Washington. Líderes campesinos paraguayos detenidos en Argentina Salieron de Paraguay huyendo de la represión, pero lejos de encontrar asilo, fueron detenidos en Buenos Aires y encarcelados. Ahora, los argentinos asesinamos a maestros. Después de la célebre “desaparición de personas”, llamada la “Muerte Argentina”, nos gusta el detalle y nos especializamos en docentes. Este 28 de mayo conmemoramos 20 años por la declaración del Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres. Rechazo a la ley antiterrorista No podemos menos que rechazar y manifestar nuestro marcado repudio a los contenidos y filosofía de una indefinida ley antiterrorista aprobada por el Congreso de la Nación. Fue un triunfo de la verdad sobre la impunidad. La condena al ex capellán de la policía bonaerense, Cristian Von Wernich, implica una reivindicación para los organismos de derechos humanos y los luchadores populares que claman por justicia y castigo a los culpables del horror durante la última dictadura militar. Criminalización y represión del conflicto social En nuestro país tanto la criminalización de la protesta como la penalización de la pobreza son dispositivos fundamentales del poder económico para mantener el statu quo en el marco de una injusta distribución de la riqueza. La CTA exige justicia por Fuentealba La Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) acompaña a la CTERA en la Jornada Nacional de Lucha contra la Impunidad del día de hoy junto a otras organizaciones sociales, territoriales y de derechos humanos, en el marco de protestas en todo el país al cumplirse un año del asesinato del docente Carlos Fuentealba en la provincia de Neuquén. |
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