La privatización de YPF fue un crimen
.PETRÓLEO, TRISTEZAS Y ESPERANZAS
A nuestros hijos y nietos, en los tiempos que corren, les resulta difícil entender que hubo una época de oro del petróleo argentino, un tiempo en el que se sabía que las riquezas de nuestro subsuelo eran (vaya obviedad) propiedad del Estado argentino, propiedad de todos los que aquí vivimos, sufrimos y a veces, también, ejercemos nuestro derecho a la alegría.