La intención era ingresar a trabajar, como lo habían hecho cada uno de ellos durante los últimos cinco a veinte años. El resultado fue negativo y se terminó constatando que la empresa ya no permitía sus ingresos.

Estuvieron acompañados por la conducción de la CTA de la Capital Federal, La FeTERA, el Movimiento Nacional Oro Negro, el NOS, y distintas representaciones gremiales que desde fines del año pasado acompañan a los trabajadores choferes en su intento de que la agrupación ASTTAASE, que los reúne, sea atendida por las autoridades de la empresa y poder discutir las miserables remuneraciones que perciben.

¿Cómo se enteran de sus despidos?. En la puerta de la empresa, a partir del sábado 26, a medida que llegan a trabajar, les informan que no pueden ingresar.

No hubo comunicación escrita, ni explicación.

Desde el momento que comenzamos a juntarnos, EDESUR cerró las puertas por donde suelen ingresar los trabajadores, y mientras estuvimos parados tocando timbre, ni el cartero fue atendido.

Sobre las once de la mañana, todo el grupo decidió ingresar al salón donde los usuarios hacen sus reclamos y pagan sus facturas, y al tiempo que se improvisaba una sentada, se reclamaba a viva voz la presencia de algún responsable de la empresa.

Los responsables aparecieron media hora después.

El Gerente, el Jefe y el Director de Transportes de EDESUR, recibieron a una delegación de cuatro representantes gremiales.

La conversación desnudó la impunidad de la empresa que argumenta que nunca contrató ningún chofer. Que lo que contrata son vehículos y que lo hace a través de cooperativas.

Al gerente Fernando Manzione, lo matan las contradicciones. Primero aseguró que los trabajadores no tienen relación de dependencia con EDESUR, “nosotros contratamos servicios”, dijo. Cuando se le hizo notar que los choferes constituyeron una agrupación sindical, llamada ASTTAASE y que se afiliaron a la CTA, mediante la Federación de Trabajadores de la Energía; y que además todo esto se había notificado mediante Carta Documento que debió haber leído, ya que representa una novedad dentro de su área de trabajo, terminó reconociendo que si sabía todo esto, pero que el Ministerio de Trabajo no reconocía a la agrupación.

Las leyes en la Argentina, dan impunidad al empleador. La falta de libertad sindical, le da herramientas al patrón para despedir no ya sin causa, que en sí mismo es la negación del derecho constitucional al trabajo y la manifestación más clara del poder de disciplinamiento que tiene el patrón sobre el trabajador; sino a partir de una causa que no se explicita, que es la de sindicalizarse donde el patrón no quiere.

La falta de libertad sindical le da a EDESUR la posibilidad de elegirle el sindicato al trabajador.

Lo de Manzione fue todavía más rico, admitió que EDESUR tiene una planta permanente de 2.500 trabajadores y además 5.000 trabajadores tercerizados.

¿Alguien imagina que estos 5.000 trabajadores no realizan tareas normales y habituales para una empresa que distribuye electricidad a mas de 2.300.000 usuarios?. Bueno si alguien lo cree, estamos en condiciones de informar que casi todos ellos son verdaderos trabajadores de EDESUR, que se presentan a trabajar en EDESUR, que reciben órdenes de trabajo de los jefes de EDESUR, que comparten tareas con trabajadores de planta permanente, pero no tienen vigente el Convenio Colectivo de la actividad, ganan casi cinco veces menos que ellos y las condiciones de seguridad laboral son pésimas. Esto se llama fraude laboral

El Estado garantiza a EDESUR una fuerza de trabajo de 5.000 trabajadores a bajo costo y sin derechos que asegura la tasa de ganancia de una empresa multinacional.

La Argentina es un país maravilloso para todo aquel que de la impunidad haga un negocio.
EDESUR está subsidiada por el Estado Nacional, viene especialmente destacado en las facturas de luz, pero eso no le impide despedir sin causa a 19 trabajadores que comunicaron su decisión de constituir una agrupación sindical, integrarse a la Federación de Trabajadores de la Energía y a una Central que pelea por la libertad sindical en nuestro país.

Por eso EDESUR da un ejemplo de trabajo indigno.

Gabriel Martínez
Secretario de Organización de FeTERA

*EDESUR
Edesur está controlada en un 56,35% por Distrilec, sociedad a su vez participada por la española Endesa en un 51,50% y la brasileña Petrobras en 48,50%. El restante paquete está en poder de dos firmas de Endesa (Enersis y Chilectra) y una mínima parte la tienen los trabajadores. La italiana ENEL, uno de los grupos eléctricos más importantes del mundo, acaba de comprar el control de Endesa. Las inversiones se expanden por España, África, Colombia, Brasil, Perú y la Argentina.