La Energía un derecho humano, un bien social
El 21 de marzo, dentro del marco del Congreso se reivindicó el derecho al acceso a la energía, para todos los pueblos y particularmente para los continentes más afectados como en el caso de África.

Los delegados de varios países, ratificaron el enunciado de que la energía no es una mercancía, sino un bien social, es la base del desarrollo económico y por tal razón debe convertirse en un derecho universal, y concordaron que para esto es necesario desarrollar sindicatos fuertes, unitarios, capaces de integrar las especificidades locales, que promuevan la solidaridad y la acción común.

Se decidió realizar acciones conjuntas, orientadas a múltiples sectores, en forma simultánea: los gobiernos, las corporaciones multinacionales; fomentar el desarrollo de energías, intervención en la aprobación de leyes estratégicas, establecimiento de programas ambientales y sociales, promoviendo la formación de los trabajadores.

Montpellier en la historia de la CGT de Francia
Montpellier, es una ciudad del sur de Francia, capital de la región de Languedoc-Rosellón y del departamento Hérault. Está cruzada por dos ríos: el Lez al este, y el Mosson al oeste. Según los datos de 2006 contaba con una población de 251.634 habitantes, que si se incluía el área metropolitana sumaban 480.000 habitantes.

En 2007 era la octava ciudad de Francia por su población intra-muros, es una de las pocas entre las ciudades de más de 100.000 habitantes, cuya población ha aumentado de forma ininterrumpida desde hace cincuenta años, periodo en el que ha doblado su población. La ciudad es un importante centro industrial, donde destacan los productos textiles, metalúrgicos, alimentarios, como el vino, editoriales y químicos.

El congreso de la FNME, se realiza en esta ciudad que ha sido testigo, hace mas de cien años de los debates que llevaron a la consolidación de la CGT francesa, a tal punto que algunos la consideran la ciudad de su verdadera fundación.

En 1886 se funda en Paris la primera de las bolsas de trabajo, que con el tiempo llegarían a constituir una confederación.

Esta bolsas de trabajo eran organizaciones que servían a la educación, la busqueda de trabajo y también a la organización de los trabajadores, tuvieron un fuerte apoyo de parte de los militantes anarquistas y curiosamente también recibieron por períodos, apoyo de los ayuntamientos. En otros períodos otras eran reprimidas (la Bolsa de trabajo de París fue, en 1893 por ejemplo, clausurada por el ejército).

En ellas se organizan bibliotecas, salas de reunión para las organizaciones sindicales, informaciones de ofertas de trabajo y también sobre las luchas del momento de modo que los obreros no se conviertan en “esquiroles” (carneros, rompehuelgas) sin saberlo. También organizan el viaticum, un sistema de ayuda a los obreros de paso en busca de trabajo.

En 1902, la Federación Nacional de Bolsas de trabajo (FNB) se fusiona con la CGT en el congreso de Montpellier, cuando, debido al desarrollo de la gran industria, ya está decayendo el trabajo artesano. La Bolsa, como organización separada del sindicato, pierde cada día más su función, y la doble estructura de la CGT (Bolsas y sindicatos) desaparece en 1914.