(Agradecemos el aporte de los compañeros Néstor A. Trobbiani y Daniel Benavente) que enviaron este trabajo) Nos podríamos –hoy- preguntar qué gas?, manufacturado obtenido desde la destilación de la hulla, metano o natural, propano o el de los cilindros, butano o el de las garrafas, y ahora, GNC o el de los autos, GLPA o el que también se quiere utilizar en vehículos, o el GNL o gas natural licuado, ese que estamos importando en barcos que amarran en uno de los muelles de Ingeniero White. Qué variedad, no? Y hay más, pero dejémoslo ahí.

De cualquier manera, en nuestro país todos ellos tienen un denominador común, cuyo nombre es YPF/Gas del Estado. YPF por haber separado el propano en su primitiva destilería, para envasarlo en cilindros de 45 kilogramos y luego promoverlo para su uso en casas de familia, previa demostración y adiestramiento sobre su uso, ventajas y conveniencias. Y Gas del Estado, creada el 1 de enero de 1946 como Dirección General de Gas del Estado, por ser su digna continuadora y materializar una empresa reconocida mundialmente por su expansión, normalización y seguridad para con el servicio que prestaba.

Ese día, 5 de marzo de 1945, la empresa privada productora de gas manufacturado, a partir del carbón Camell importado, “Compañía Primitiva de Gas Limitada” de Usina Corrales, Capital Federal, queda bajo jurisdicción de Yacimientos Petrolíferos Fiscales. En Buenos Aires se vivió un acontecimiento importantísimo, desde el punto de vista político, económico, social y de magnitud si lo analizamos internacionalmente.

Posteriormente, cuando el Ingeniero Canesa fue a verlo a Perón para comentarle sobre la riqueza de los yacimientos de petróleo y gas existentes en la Patagonia, y la posibilidad de explotar el uso racional del gas trayéndolo hasta la Capital Federal mediante la construcción de un ducto, debe haberle parecido al general una exageración, pero como ya tenía referencias sobre la capacidad, responsabilidad, honestidad y tantas otras cualidades de ese ingeniero formado en la incipiente Yacimientos Petrolíferos Fiscales, le dio carta abierta para que avanzara en el proyecto.

Los acontecimientos desde ese momento hasta el inicio de obras son dignos de destacar.

Los vividos durante el desarrollo de las obras, comenzadas el 21 de febrero de 1947 y la habilitación del gasoducto, el 29 de diciembre de 1949, son dignos de escribir uno o varios libros de singular importancia. Simplemente con ir leyendo las noticias que se iban publicando en los medios gráficos del momento, tanto de los que estaban a favor como de los que no, o sea el efecto político consecuente de toda obra de magnitud, con los pro y los contra según los puntos de vista desde donde se los analice. Pero que luego, la historia, se encargaría de llevar a una conclusión definitiva.

Precisamente, aquel 29 de diciembre, durante el Acto de Gala realizado en el Teatro Colón, fue cuando el secretario gremial Sr. César Scala solicitó al Presidente de la Nación, General Juan Domingo Perón, que estableciera el 5 de Marzo como el Día del Gas.

El Gasoducto se iniciaba en Pampa del Castillo, Comodoro Rivadavia, y llegaba a Lavallol, Buenos Aires, recorriendo 1704 kilómetros, en cañerías de 25 y 30 centímetros de diámetro y seis milímetros de espesor.

En Bahía Blanca fuimos testigos directos del mismo. Voy a transcribir solo tres escritos sobre esta obra, para recordar la magnitud de la misma:

a. El 22 de noviembre de 1948 el diario “Clarín” escribía: “A las puertas de Bahía Blanca ha acampado un ejército civil. Es un ejército del trabajo. Lo forman 600 obreros y técnicos argentinos que a un promedio de cinco kilómetros diarios avanzan hacia el sur, librando la gran batalla por la conquista del gas. Construyen la gigantesca obra del gasoducto que a mediados de 1949 suministrará combustible a la Capital Federal y a numerosas ciudades de la provincia de Buenos Aires y de los territorios de La Pampa, Río Negro y Chubut. La tarea es ímproba. El tendido de los caños demanda un esfuerzo de titanes, pues hay que vencer sierras, ríos y pantanos. Hay que superar las inclemencias del tiempo; fuertes fríos y recios calores; violentos vientos y copiosas lluvias. Todo obstáculo cede ante el empuje de estos hombres que tienen una meta y a ella se acercan sin que nada pueda detenerlos. Los anima la firme decisión de contribuir al progreso del país y cumplen firmemente la consigna que se han impuesto. Es un ejército civil de 600 hombres con 200 vehículos que lleva, diríase, un gasoducto sobre ruedas de camiones…”

b. Por su parte, “La Nación” del 6 de febrero de 1949 publicaba, “El mes de noviembre, vimos cómo la tubería de acero se acercaba a Bahía Blanca. Ya había sido tendida a través del Salado, de las regiones bajas de Laprida y del macizo cuerpo de Sierra de la Ventana. Ahora asistimos al proceso de su colocación en el tramo que tuvo su punto de arranque en Médanos y llega al río Colorado, allí donde se confunden los límites de La Pampa y Río Negro con los de la provincia de Buenos Aires. El escenario es, pues, distinto, y diversas las impresiones recogidas. En demanda de Conesa –punto de enlace con el tramo iniciado en Puerto Madryn por una empresa italiana-, el gasoducto ha avanzado más de 120 kilómetros desde Médanos por sobre regiones desérticas, distante de los centros poblados”.

En otro párrafo comenta: “Los periodistas visitantes de los campamentos instalados en la vecindad del Río Colorado conocen ahora, por propia experiencia, la exacta dimensión del esfuerzo que se empeña diariamente para trasladar abastecimientos desde Bahía Blanca hasta aquel lugar. No sólo son los comestibles, sino 150 toneladas de caños de acero los que hay que transportar en cada jornada. Y, además, el combustible para las maquinarias y el agua potable en estanques cisternas”. Y mas adelante: “El tren que nos conduce hasta Ascasubi, en el partido de Villarino, prosigue el viaje hacia Bariloche. En la pequeña estación, en un desvío, quedan dos coches, eventual alojamiento nuestro. A las 6 de la mañana estamos en pie. En la vecina calle polvorienta aguardan seis automóviles de alquiler contratados en Bahía Blanca”.

c. En “La Razón” del 2 de marzo de 1949 se leía, “….caminos polvorientos, poco menos que intransitables. Nos ensuciamos las ropas y tragamos bastante tierra... Algunos soportamos el trance pensando, filosóficamente, que el campo no se puede asfaltar y que hemos andado más cómodamente que los camioneros que, diariamente, recorren en busca de comestibles y materiales la misma ruta, abierta entre la paja brava y los montes de piquillín, alpataco y chañar, habitados solo por el zorro, el carancho y el puma…….. Los obreros que tienden la línea por donde ha de pasar el gasoducto inauguran, en esta zona, picadas en los montes vírgenes. Luego llegan los hombres que abren la zanja. El que atiende la zanjadora mecánica –una máquina que efectúa el trabajo de cien hombres en 8 horas….un pozo de un metro de profundidad, 40 centímetros de ancho y 160 metros de largo en una hora……La obra (al finalizarse) habrá costado 140 millones de pesos. Será la segunda en extensión del mundo –la primera se halla en Estados Unidos- y se habrá construido en tiempo record con ingenieros y obreros argentinos y, en parte, con material nacional”.

Si bien la Dirección General de Gas del Estado, a partir de aquel 1 de enero de 1946 se hizo cargo de los servicios de gas manufacturado del carbón existentes en la Capital Federal, gran Buenos Aires, Avellaneda y Lomas de Zamora, y posteriormente los servicios atendidos por empresas particulares de localidades como Almirante Brown, Bahía Blanca, La Plata, Quilmes, Rosario, San Nicolás, y otras, fue la ejecución de aquella obra el hito a partir del cual se desarrolla en el país un servicio público ejemplar de gas natural por redes y gas envasado en cilindros y en garrafas.

La construcción de grandes gasoductos troncales, entre los años 1950 y 1960, como el Gasoducto Del Norte, Campo Durán-Buenos Aires, y el de Pico Truncado-Buenos Aires, permiten utilizar masivamente aquellas reservas, dando origen al nacimiento de una importante etapa de la industria y del confort en la República Argentina, que se iría reforzando con las construcción de nuevos gasoductos como el Neuba I, Centro-Oeste, Neuba II, además de innumerables ramales de alimentación en la mayoría de las Provincias.

Esta apretada síntesis, no puede cerrarse sin destacar la preocupación del factor de seguridad, recordando que ya en el año 1933, concretamente el día 25 de abril, se reglamenta la Aprobación de Artefactos a Gas Licuado para uso doméstico mediante Expediente de YPF Nº 2899/33, agregándosele posteriormente los artefactos que consumían Gas Manufacturado a partir del carbón que producía en la vieja Usina Corrales, como en otras plantas productoras.

Estos dos tipos de gas son avanzadas que crearon la vía para la utilización masiva del gas natural, siendo Gas del Estado la empresa encargada de mejorar y diversificar los controles de calidad de todos los productos relacionados con la industria del gas, creando el Registro de Fabricantes e Importadores, como también el Registro de Instaladores Matriculados, desarrollando y actualizando permanentemente las Disposiciones y Normas Mínimas para le Ejecución de Instalaciones Domiciliarias de Gas, y las Disposiciones, Normas y Recomendaciones para Uso de Gas Natural en Instalaciones Industriales, y el Reglamento para Gas Natural Comprimido, entre otros, que llevaron a la Argentina a un lugar de vanguardia en esta explotación.

Habría mucho más para resaltar, pero estimo que lo detallado es suficiente para permitirme una reflexión personal. No sería más justo que lo consideremos EL DIA DE GAS DEL ESTADO?

Néstor A. Trobbiani
Secretario de Cooprogas,
Prov. De Buenos Aires

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