Durante el último Encuentro de Trabajadores Privados realizado en Buenos Aires, el pasado 9 de septiembre, varios de los integrantes de la Comisión Directiva de FeTERA, Jose Rigane, Gabriel Martínez, Ana Sacchi, y Oscar Lago; tuvieron la oportunidad de reunirse y conversar, en distintas instancias, con compañeros trabajadores de distintas empresas petroleras, ubicadas en la zona del norte de la provincia de Santa Cruz. Estos compañeros, habían sido invitados a concurrir a Buenos Aires, por el Secretario de General de la CTA de Santa Cruz, Alejandro Garzón.

En aquella oportunidad, los compañeros petroleros manifestaron su descontento por los acuerdos firmados a través del Sindicato de Petroleros Privados de Santa cruz, que según expresaron, “ ata de pies y manos” a los trabajadores del sector.

El descontento, llevó a un grupo de trabajadores, a ocupar pacíficamente las instalaciones del sindicato de petroleros privados ubicados en la ciudad de Caleta Oliva, el lunes 14 de septiembre.

La ocupación intentaba reclamar la intervención del sindicato, por parte de la La Federación Argentina Sindical de Petróleo, Gas y Biocombustibles (F.A.Si.Pe.G.y Bio) y la convocatoria a elección de nuevas autoridades; cuestión que la federación no atendió y la ocupación del sindicato terminó en un enfrentamiento entre trabajadores, con la consecuencia de un trabajador herido de bala, y varios lesionados, entre ellos tres compañeras, por golpes con piedras.

Los compañeros que ocupaban el edificio sindical compartían la validez de la acción, aunque no tenían un acuerdo definitivo sobre los pasos a seguir cuando la misma finalizara. Tampoco tenían una idea clara sobre como culminar la misma y de que manera se produciría el desalojo del edificio.

Mientras se producía la ocupación, el compañero Garzón, comunicó a FeTERA sobre la situación e inmediatamente se decidió que yo viajara a Santa Cruz y expresara la solidaridad de los compañeros de la energía que representa nuestra Federación.

Al arribar a Comodoro Rivadavia, tomé conocimiento de los hechos de violencia, y de que muchos compañeros que habían formado parte de la ocupación acababan de ser detenidos por el grupo especial GEO, en la localidad de Pico Truncado, mientras se dirigían hacia Las Heras, donde viven. Las noticias fueron transmitidas por el Secretario General de ATE en Caleta Olivia, Maximiliano Albarraíin y compañeros petroleros que, no habían participado de la ocupación del sindicato, aunque se solidarizaban con ella.

Al llegar a Pico Truncado, la situación era de nerviosismo, bronca y desconcierto.

El nerviosismo radicaba en no saber como terminaban los trámites policiales, ya que estaban fichando a los trabajadores en dos comisarías diferentes, apenas distantes unas pocas cuadras una de otra. La policía les pedía datos personales, les tomaba impresión de huellas digitales y realizaban algún tipo de análisis sobre sus manos con cinta plástica.

La bronca la originó el mal trato, las situaciones de tortura e indignidad a que los sometió el grupo GEO, que además ha sido denunciado por golpear a los trabajadores, patearlos, mantenerlos en posiciones absolutamente incómodas, que rozaban la tortura y también por el faltante de varios bienes personales, entre los que se señalaban la pérdida de celulares, y dinero.

El desconcierto surgía de la certeza de no haber realizado ninguna acción que pueda ser sancionada por la justicia, ya que los compañeros venían de ocupar sin intención de producir daños, la sede de su propio sindicato, y si bien los daños se produjeron, los mismos fueron realizados de afuera hacia dentro, por otros trabajadores que rodeaban el edificio exigiendo la desocupación del mismo. Estos trabajadores habrían recibido “permiso” por parte de las empresas donde trabajan para que puedan asistir al sindicato que estaba siendo ocupado, e iniciaron una suerte de ataque con piedras y disparos poco después que la policía local, que había concurrido a notificar el pedido de desalojo por parte de la justicia, se retirara, dejando la situación liberada a su suerte.

Los enfrentamientos entre trabajadores, constituyen la resultante de una estrategia montada entre empresas petroleras, el sindicalismo empresarial y los sectores políticos corruptos, que ganan con el saqueo petrolero y la explotación laboral que sufren miles de trabajadores a los que se les niega la libertad sindical.

En Santa Cruz, como en otras provincias con producción de hidrocarburos, las empresas, muchas de ellas multinacionales o subcontratadas por estas, avanzan en el saqueo de los hidrocarburos, generan contaminación incontrolada y construyen relaciones corruptas de poder; donde los trabajadores, con mayores o menores salarios son utilizados para garantizar las tasas de ganancias que terminan llevándose del país, junto a los recursos naturales cada vez mas escasos y desde siempre, no renovables.

La presencia de la FeTERA, en Santa Cruz, sirvió para colaborar con los compañeros de la CTA, en la construcción y desarrollo de nuevas organizaciones sindicales, en el sector petrolero. En este aspecto hay que destacar el trabajo diario que realizan, además de Garzón y Abarracin, entre otros, los compañeros José Zurita y Carlos Sepúlveda que conducen la CTA de Caleta Olivia.

Estas organizaciones que deben servir a los trabajadores para pelear sus derechos, sus convenios colectivos y sus salarios, sin el contrapeso de los sindicalistas que piden el aumento de los valores en boca de pozo, como condición previa a la mejora salarial, haciéndole pagar las mejoras sectoriales a todo el Pueblo, cuando lo que hay que hacer es discutir y achicar las ganancias de las empresas que son fabulosas y no tienen ningún justificativo, mas allá de la avidez de dinero.

Estas nuevas organizaciones, además, deben representar la esperanza de la recuperación de los recursos energéticos, a manos del Estado y del Pueblo; no solo para contar con tarifas de servicios y precios finales de combustibles más baratos, sino también para poder construir soberanamente la matriz energética que mas nos convenga frente al proceso de agotamiento de los recursos hidrocarburíferos.