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Estudios sobre Negociación Colectiva [19/12/2007] Este informe, elaborado con el apoyo de la Fundación Ebert (FES), da cuenta de las principales características que asumió la negociación colectiva no salarial (específicamente la regulación de la jornada y la organización del trabajo) en los convenios colectivos de trabajo homologados entre 2003 y 2007, y efectúa una comparación con la dinámica negocial desarrollada durante los años 1991 y 1999.
Principales conclusiones: Más allá de las diversas formas que adoptó la flexibilidad laboral en la década de los 90 – reducción del marco normativo heterónomo; apertura de un menú contractual de precariedad al ingreso; disminución del coste de extinción; externalización de la contratación por subcontratación; etc. – una de las vías adoptadas fue la utilización, también por habilitación legal, de la denominada disponibilidad colectiva de derechos. En este caso, la flexibilización de la jornada (por ampliación o distribución de la misma en base a promedios o por establecimiento de turnos) y de la movilidad interna, son dos significativas muestras que marcan la pauta del tipo de negociación y del carácter desregulador en sus contenidos. A pesar del cambio de buena parte de los componentes del régimen de acumulación, la negociación colectiva del período 2003 – 2007 sigue registrando similares condiciones de flexibilidad en los contenidos de ambos tipos de cláusulas: en materia de jornada y de organización del trabajo. No obstante el notorio incremento en el ritmo negocial, en el período 2003 – 2007 la variable casi excluyente de negociación han sido las condiciones salariales, sin que se avanzara en la revisión de la mayor parte de las normas pactadas en los 90. Esto se explica por el hecho que en el período analizado sólo se renovó poco menos del 19% de los convenios homologados en la ronda 1991 – 1999. En orden a la estructura de la negociación y los ámbitos preferentes que las partes han negociado, surge evidente la tendencia a una mayor negociación en la actividad (sectores o ramas) y una menor importancia relativa de la negociación por empresa. La composición del actor sindical en la negociación no ha mostrado diferencias sustanciales entre ambos períodos. La mayor parte de los convenios siguen siendo negociados por las federaciones y los sindicatos nacionales, con escasa participación de los niveles inferiores de las organizaciones (sindicatos locales o zonales, seccionales y comisiones internas). Incluso, pese a una reforma legislativa expresa que impone la participación de los delegados de personal o miembros de comisión interna en la negociación colectiva de ámbito de empresa (leyes 25.250 y 25.877), lo que facilitaría una ampliación representativa del sujeto sindical, no se confirma en la mayoría de los casos y sólo el 43,7% de las negociaciones de este nivel ha considerado a dichos representantes. Una particularidad a tener en cuenta, además, es que en algunos casos se firmaron convenios donde los sindicatos de 1º grado se separaron de sus respectivas federaciones (farmacia, telefónicos, sanidad). Los sectores más dinámicos en materia negocial no salarial siguen siendo, básicamente, los mismos que en la década del 90; esto es, empresas surgidas del proceso de privatizaciones y sectores con alto impacto de inversión extranjera directa. Adicionalmente, se han negociado nuevas actividades (juegos de azar, peajes, vigilancia). En materia de jornada de trabajo, de los 545 convenios colectivos celebrados entre 2003 y 2007 al menos 259 incorporaron una o más cláusulas que flexibilizan el tiempo de trabajo, lo que implica un 47,52% del total. En cuanto a la organización del trabajo, las cláusulas se presentan en al menos 278 negociaciones, lo que representa el 51% de los convenios homologados, con una presencia muy importante de las cláusulas que establecen la polivalencia o multifuncionalidad de tareas. A esta altura parece observarse, todavía, una negociación colectiva raquítica en cuanto a los contenidos y limitada al ajuste salarial post-crisis, aunque persiste una continuidad en dos aspectos significativos de la flexibilidad: jornada de trabajo y movilidad interna. Esto último por dos vías, la escasa revisión de los convenios del período que la introdujo y, peor aún, por la reedición de dichas cláusulas en el período actual. También en Informes Sectoriales y Temáticos Convocatoria al Consejo del Salario Mínimo 2010 – Aportes para el debate La importancia estratégica del Salario Mínimo, Vital y Móvil Frente a la convocatoria al Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil Negociación colectiva – Aportes para la discusión Modelo sindical y aportes obligatorios 2002-2006 El proceso de recuperación económica iniciado en el año 2003 en Argentina estuvo acompañado por un aumento en el ritmo de la negociación colectiva. La Negociación Colectiva Salarial en el 2006 El pasado 19 de diciembre más de 60 delegados y dirigentes de distintas asociaciones sindicales afiliadas a la CTA se reunieron en la ciudad de Buenos Aires para establecer políticas comunes de cara a la negociación de acuerdos y convenios colectivos de trabajo. El día 08 de Marzo del presente año 2006 se reunieron en Buenos Aires dirigentes y asesores letrados de sindicatos con personería gremial afiliados a la CTA y que hubieran firmado o negociado Convenios Colectivos de Trabajo. Los objetivos de la reunión fueron el compartir las experiencias en la materia y fijar políticas comunes con respecto al salario, condiciones de trabajo y la distribución de la riqueza. El encuentro, convocado en forma conjunta por el Bloque gremial, el Observatorio del Derecho Social y por el Instituto de Estudios y Formación de la CTA, fue el primero de una serie programada para dar cumplimiento de los objetivos señalados. |
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